Diagonal 88 Barcelona

Las 60 viviendas, diez por planta, se organizan con la máxima fachada continua para cada uno de ellos y un sólo núcleo de comunicaciones vertical. Se plantea la creación de unos cuerpos salientes cerrados que mejoran los dormitorios de las viviendas, así como terrazas del mismo vuelo, maximizando el rendimiento del edificio.

La fachada se plantea en relación al importante gálibo del edificio, las mencionadas tribunas y la escala doméstica de sus espacios y agujeros. Se pretende aligerar el edifico dotándolo de una componente horizontal y más dinámica, sin renunciar a un óptimo mantenimiento.

Los vuelos rebelan cada nivel de forma continua a lo largo de toda la fachada, haciendo posible una lectura global del edificio y manifestando su escala urbana. Las barandillas, de acero corten, se situan en contraste al acabado del envolvente del edificio, realizado con una policromía de cerámica vidriada.