Siete años después de haber construido la vivienda y habiendo cambiado la propiedad, se plantea una ampliación para poder contar con más espacio de ocio; una biblioteca, una sala de estar y una sala de billar.

Se propone la ampliación en porches y  terrazas del edificio existente, que en su día ya se proyectó teniendo en cuenta esta posibilidad.

Dada la composición de la fachada inicial, se propone un alzado siguiendo las leyes  compositivas que utilizan el mismo lenguaje neo-plástico que el edificio existente mediante el uso de materiales tradicionales como la madera y el ladrillo visto.

Dadas las magníficas vistas, se propone que las aberturas sean elementos escamoteables hacia el interior de las paredes para conseguir, puntualmente, una sensación de espacio exterior.